El otoño ha llegado, y se nota de sobra. Si ayer estábamos
Sonia y yo en las fiestas del barrio maquillando niños bajo un sol abrasador,
hoy toca llevar una chaquetita y paraguas porque, señoras, señores, ha vuelto
el tiempo vasco.
El otoño es época de cambios.
Cambiamos el bañador y las chancletas por paraguas y zapato
cerrado.
Cambiamos de color. Lo que durante 3 meses o mas ha sido un
tono de piel bronceadito y dorado, empieza a volverse blanquecino y sonrosado.
Cambiamos los colores. Las tonalidades vibrantes y
primaverales se cambian por cálidos marrones y labios berenjena (para hacer
juego con la piel blanquita).
¿Porqué no cambiar también el cuidado que le aportamos a la
piel?
El clima cambia y nuestra piel sufre si no la cuidados de
acuerdo a ello.
No tenemos que empezar una rutina totalmente nueva, con 3
simples puntos podemos aclimatar nuestra piel a la estación entrante:
Mantener
la piel hidratada.
Exfoliar
los excesos del verano.
Proteger la piel contra los cambios de temperatura.
Proteger la piel contra los cambios de temperatura.
No os estoy descubriendo la rueda ni mucho menos, de hecho
muchas de vosotras ya realizáis estas pautas de forma habitual.
¿Cual es el problema entonces?
Simplemente que en verano nos gusta lucirnos, ya sea en la
playa, sea de noche. Nos gusta ver la piel bien doradita y bien hidratada y nos
damos crema a casi todas horas para que nuestras piernas estén espectaculares
sin medias.
En cambio, en otoño en cuanto hace un poco de frío...
leotardos, medias, pantalón largo... ¿quien se va a fijar en las piernas?
Algunas hacen caso omiso de aplicar crema en las piernas, total, para lo que se
van a ver... Otras optan por hacer borrón y cuenta nueva, y al igual que Ana Belén Rivero, dejan de lado hasta la "sufridora".
Foto de Ana Belén en su Instagram (diefraumaschine) ;) |
Pongo el ejemplo de las piernas, pero es algo que ocurre en
todo el cuerpo en general.
La hidratación no sólo es cuestión de notarte la piel seca o
no, sino que cuanto más hidratada esté la piel, en mejores condiciones se va a encontrar y más va a durar el bronceado.
Aquí también entra en juego la exfoliación.
Si queréis hidratar
bien la piel y que el bronceado no vaya desapareciendo a parches, la exfoliación es la clave.
También es necesario proteger la piel contra los cambios
bruscos de temperatura, ya que debilitan el estrato corneo. Lo mejor es no
tener aire acondicionado ni calefacción durante largos periodos de tiempo ni
tenerlos a temperaturas extremas, pero este asunto es mas complicado de
controlar. Asique lo mejor es tratarlo con mascarillas que nos nutran bien la
piel y utilizar cremas protectoras por la noche para contrarrestar los excesos
diurnos.
Hoy en día existen muchas opciones en el mercado que nos
pueden ayudar a hacer el cambio verano-otoño, mas llevadero. Aunque eso es tema
para otro día... ;)
Espero que os haya gustado mis pequeñas.
¿Algún truco de entre-temporada que queráis compartir?
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